La clase como sistema social

La clase como sistema social: algunas de sus funciones en la sociedad americana.

Talcott Parsons.

La Sociología se ocupa de la educación en cuanto proceso socializador y como elemento que proporciona status. El texto que abordamos se centra en ambos aspectos, la educación como uno de los procesos, encabezado por la familia y la escuela, a través del cual los individuos se incorporan activamente a la cultura, valores, normas y formas de vida de un grupo social, y a su vez como generador de roles que
se reflejan en la adultez basado en las diferenciaciones que se dan en las clases, tanto en relación a los logros reales de los niños como de su evaluación por parte de los profesores.

La educación es la principal función de estas dos instituciones, así como tener claro que la acción educativa y socializadora de la familia condiciona fuertemente el rendimiento escolar.

Primeramente dejar claro que el planteamiento estructural de las clases en escuelas elementales de los Estados Unidos, se basa en la igualdad de oportunidades. Hace hincapié en la igualdad de partida y el logro diferencial. Bajo esta referencia es donde se plantea el conflicto, ya que se da una división de los valores comunes entre las dos instituciones: familia y escuela. Tomando como base el hecho de que todos los alumnos empiezan en iguales condiciones, repartidas equitativamente, la clave del sistema se basa en dar gratificaciones diferentes en función de los logros del alumno.

Pero tal y como dice el autor, el rigor de este modelo de evaluación debe ser suavizado teniendo en cuenta las dificultades y necesidades del niño. Los profesores tienen que adoptar un rol especifico a modo cuidador primario de los niños para que se den estas condiciones, aunque en principio esta gran labor recae fundamentalmente en los hogares y en las familias. Es la familia, en terminos de realización afectiva, unida a la relación sexual estable, de la que se espera un alto rendimiento en estas funciones. Es en este periodo donde estas tareas procuran el desarrollo de la personalidad del individuo, para que se adecue para la vida social y escolar.

Por otro lado, la educación como elemento que proporciona status, se refleja en las clases mediante el proceso de gratificación selectiva de la realización evaluada. El responsable de este proceso es el profesor y con ello favorece la diferenciación en el interior de las clases según el logro. Su consecuencia directa es la aparición de un sistema de status, producto no solo del trabajo escolar sino tambien de una serie de condiciones externas. Recordemos que status desde el enfoque funcionalista hace referencia a la posición que dentro de una estructura jerárquica puede ocupar un actor social. Es importante diferenciar entre “status adscrito” y el “status adquirido”. Las estadisticas nos muestran que todavía en las sociedades capitalistas recientes hay mucha más gente que permanece en la clase social en la que nació que la que cambia de clase.

 Esto indica que incluso bajo igualdad de oportunidades al iniciar el proceso, el sistema educativo no puede luchar contra ese “status adscrito” de los niños al entrar en las aulas. El sexo, la raza, la clase social de origen, la familia de procedencia, etc., son fuente de posicionamiento y jerarquización social, que se verá reflejada en la etapa adulta de los individuos. El autor llama a esto status socioeconómico.

Por otro lado, este proceso de gratificación en base a los logros, es la base fundamental del “status adquirido”, ya que es aquel que le sobreviene al sujeto a raíz de su actividad, de su capacidad o esfuerzo y logros a lo largo de su vida.

Sabemos de la posibilidad de movilidad social en función del status, pero es limitada. Parsons plantea el caso de alumnos que presentan movilidad ascendente y el hecho de que le den demasiada importancia  al éxito escolar, refleja que estos cortan los lazos con su familia y sus iguales en status.

Hoy en día el aumento masivo de la educación obligatoria y gratuita supone una mejora social importante, aunque no debe confundirse con la desaparición de las desigualdades sociales entre las clases, ni siquiera en cuanto a educación se refiere.