“Contexto social” de los centros de enseñanza primaria
INTRODUCCIÓN
Los
centros educativos en la actualidad están considerados organismos sociales, con
sus características propias, líneas de actividad en torno a una política,
grados de control, una cultura separada y una serie de relaciones sociales. A
las administraciones educativas les interesa
rentabilizar sus inversiones y dirigir sus políticas de gasto a las áreas que sean más necesarios. Son estas pautas las que nos van a introducir en una óptica algo peculiar a la hora de iniciar la investigación, en donde el ideal se basa en centros educativos eficaces, capaces de proporcionan educación de calidad y que estén en la posibilidad de mejora y cambio. En torno a esta idea se desarrollan todo tipo de acciones en donde la eficacia es uno de los componentes fundamentales. Queda claro que los estándares tienden hacia la funcionalidad. La educación es de calidad en la medida que sea funcional, que exista coherencia entre sus fines y resultados (Pérez Juste, 1989:24)
rentabilizar sus inversiones y dirigir sus políticas de gasto a las áreas que sean más necesarios. Son estas pautas las que nos van a introducir en una óptica algo peculiar a la hora de iniciar la investigación, en donde el ideal se basa en centros educativos eficaces, capaces de proporcionan educación de calidad y que estén en la posibilidad de mejora y cambio. En torno a esta idea se desarrollan todo tipo de acciones en donde la eficacia es uno de los componentes fundamentales. Queda claro que los estándares tienden hacia la funcionalidad. La educación es de calidad en la medida que sea funcional, que exista coherencia entre sus fines y resultados (Pérez Juste, 1989:24)
Bajo este marco de
referencia se desarrollan las políticas educativas, desarrollo e implantación
de pedagogías y elaboración de plannings de estudio, todo con el único fin de
avanzar y construir una educación de calidad.
Este estudio presenta un
análisis de los contextos y pautas sociales bajo las que se desarrolla la actividad
educativa, con el objetivo de destacar los indicadores que se consideran
indispensables para realizar cambios hacia una educación de calidad acorde a la
realidad social, cultural y económica que rodea al centro. El profesorado y los
diferentes factores que afectan al desarrollo de su profesión, el rendimiento
de los alumnos, y las relaciones existentes entre el centro, las familias y el
resto de la comunidad educativa, nos servirá de referente a la hora de
comprender la dinámica en el centro educativo.
Denominamos
contexto al conjunto de factores tanto externos, como el medio físico y social
donde se inserta la escuela, las características y demandas del ambiente
socio-económico de los educandos y sus familias, su radio de influencia y
relación con otras instituciones, etc.;
las cuales impactan en la escuela y condicionan de alguna manera su
gestión y el accionar del plantel docente.[1]
MARCO
TEÓRICO
Para acercarnos al
contexto escolar, y ver la relación entre centro y sociedad, debemos hacer una
división en tres bloques. Por un lado la vida en la escuela y su entorno, por
otro la organización del trabajo dentro de la escuela primaria, y finalmente el
contexto que muestra la relación entre los padres de familia y la escuela.
Existen organizaciones
que se dedican a evaluar la calidad y la eficacia de los centros educativos, y
una de las dificultades que plantea este ejercicio, es la de establecer una
metodología adecuada. Pero la calidad educativa en la actualidad es un concepto
multidimensional que puede ser operativizado en función de variables muy
diversas.
A
continuación se relacionan algunas de las opciones frecuentemente utilizadas
según Garvin (1.984) y Harvey y Green (1993): la calidad como excepción, como
perfección o mérito, como adecuación a propósitos, calidad como producto
económico y como transformación y cambio.
En este trabajo me
remitiré al trabajo de Tomás Escudero Escorza, donde nos muestra los enfoques
modélicos de uso más frecuente entre los evaluadores de los centros. La
metodología por lo general varía en función de los enfoques y criterios de
evaluación utilizados. García Ramos (1989), partiendo del análisis de De Miguel
y los cinco enfoques conceptuales sobre
las organizaciones, los extiende hasta ocho los bloques de agrupamiento de
los modelos según el tipo de criterio de
evaluación utilizado, esto es, según se ponga el énfasis en: los resultados
(outputs), la relación entradas-salidas (inputs-outputs), los procesos internos
de la propia organización, los aspectos técnicos de la organización, los
aspectos culturales de la organización, la capacidad de la propia organización
para auto-transformarse, la relación organización-factores humanos y los
criterios integradores.[2]
Para nuestro trabajo nos quedaremos con el enfoque de los resultados escolares
como un indicador de calidad y los procesos que se desarrollan a nivel interno.
Los resultados
escolares
Este criterio está
relacionado de manera directa con la búsqueda de escuelas eficaces y adopta los
mismos soportes metodológicos, tomando como referente los objetivos del centro
y su nivel de consecución.
Castejón y otros (1993)
proponen dos tipos dentro de estos modelos: los de entrada-salida y
entrada-proceso-producto.
En el modelo de entrada-salida, el colegio
contribuye con sus características propias –junto con las características
iniciales de los alumnos de tipo personal y de tipo social – a la determinación
del producto final. El modelo de
entrada-proceso-producto introduce las variables de tipo socio-familiar
tanto de profesores y alumnos, como las variables que van surgiendo en el seno
del proceso enseñanza-aprendizaje. Este último modelo se refiere además del
aumento del número de variables tenidas en cuenta, a la relación que existe
entre ellas. Esta relación es interactiva.
Los resultados son el producto del trabajo de gestión,
organización y preparación de currículum con contenidos específicos de
profesores y especialistas de la educación. Este trabajo tiene por objetivo
fundamental el de reproducción de una serie de normas y valores sociales. Esto
se traduce en lo que llamamos el currículum del alumno.
Bernstein determina que el currículum es esencial en
la transmisión de la cultura y en la reproducción social, y aunque hable en
términos de códigos sociolingüísticos y educativos, señala que los
segundos son principios subyacentes del currículum, de la pedagogía y de la
evaluación. La forma del código educativo depende de los principios
sociales que regulan la clasificación y la enmarcación del conocimiento,
que se hace público en los organismos educativos. [3]
Como dice Bonal (1993), los factores extraescolares,
la familia, el contexto socio-económico determinan en gran medida el currículum del alumnado y
la propia configuración del centro y las interacciones del aula.
Procesos internos y
realidad estructural y funcional del centro
Este enfoque modélico
se basa en el análisis interno de la
organización, estructuras internas, percepciones de sus miembros, y
partiendo de la idea de que si todos estos factores son positivos, contribuirán
a la calidad y éxito de la organización.
De entre los factores
destacan la gestión y dirección de
los centros (Reed y Otros, 1987), la dirección de la dinámica didáctica del aula y el clima institucional, con expresión de las percepciones, expectativas,
actitudes, juicios, procesos de solución de conflictos, mecanismos de
comunicación y participación, etc. (De Miguel, 1989).
Nos apoyaremos también en
las diez características de un centro
docente sano planteadas por Miles (1974): unos objetivos, buenas
comunicaciones, óptima igualación de poder, utilización de recursos, cohesión,
moral, innovación, autonomía, adaptación y equilibrio en las técnicas de
resolución de problemas. A esto se le suma también los enfoques económico y administrativo, o los modelos
culturales de De Miguel.
También podemos
apoyarnos en la relación entre la formación del profesorado en ejercicio y el
rendimiento de los alumnos. (Huse, 1967). Ellet (1977) y Downing (1978) y sus
experiencias desarrolladas en el análisis del reglamento interno del centro. Y
nos introduciremos en los resultados de la incidencia del interés de los
padres-ayuda prestada por los padres respecto al trabajo de sus hijos sobre el
nivel de competencia lectora de los mismos. (Thorndike, 1973). Para entender la
influencia de ciertas características con las que los alumnos llegan a los
centros de sus casas, imbricaremos los hechos bajo la teoría del capital de
Bourdieu (2000).
Hemos concentrado
nuestra mirada imbricando la realidad de teoría sobre los centros y su
organización interna y los resultados de los alumnos. Lo ideal sería ampliar la
vista hacia una perspectiva macro en la que abordemos el medio físico y social
donde se inserta el centro, el ambiente y las exigencias de tipo
socio-económico que afecta a las familias y la relación de estos con las
instituciones.
Para intentar dejar a
un lado la diferenciación entre lo micro y
los macro, utilizaremos la teoría de
B. Bernstein sobre los códigos educativos, que nos explica como los alumnos
incorporan la estructura social –sea la cultura, los valores, las normas y los
principios de poder y control – a través de dichos códigos. Estos códigos van
impresos de forma específica en el currículum base que elaboran los profesores
y los directivos de los centros. Vemos la importancia que le da Bernstein a la
práctica pedagógica entendiéndola como “un
dispositivo exclusivamente humano tanto para la reproducción como para la
producción cultural”. Intentaremos ubicar nuestro centro de enseñanza
durante el recorrido del análisis de su contexto en algún punto entre una clasificación-enmarcación fuerte y una clasificación-enmarcación débil.[4] Para
el análisis de las familias usaremos la distinción que hace Bernstein entre código elaborado y código restringido. Sabiendo que los alumnos proceden de familias
de clase social baja o alta, los centros pueden ajustar sus programas a las
exigencias del contexto.
Finalmente para el
análisis del entorno social, económico y cultural en conjunto nos basaremos en
la fórmula propuesta por Antonio Trinidad R. (2000), que desde una perspectiva
sociológica nos permite hace un recorrido desde lo macro hasta lo micro.
BIBLIOGRAFÍA
CUSEL,
P., PECHIN C. y ALMANZORA S. (2006): Contexto
escolar y prácticas docentes. Instituto Superior de Bellas Artes
“Municipalidad de Gral Pico” (ISBA). Gral Pico, La Pampa.
DE MIGUEL, M. (1989): Modelos de investigación sobre
organizaciones educativas. Revista de Investigación Educativa, 7 (13), 21-56
ESCUDERO,
T. (1997): Enfoques modélicos y
estrategias en la evaluación de centros educativos. RELIEVE, vol.
3, n. 1.
MARTÍNEZ ARAGÓN, L. y PÉREZ JUSTE, R. (1989): Evaluación
de centros y calidad educativa. Madrid, Cincel.
TRINIDAD
R., A. (2002) UN MARCO SOCIOLÓGICO PARA
EL ANÁLISIS DEL CONTEXTO ESCOLAR, Revista PRAXIS SOCIOLÓGICA, Nº 6.
[1] Cusel, P., Pechin C. y Alzamora
S. (2006): Contexto escolar y prácticas
docentes. Instituto Superior de Bellas Artes “Municipalidad de Gral Pico”
(ISBA). Gral Pico, La Pampa. Consultado en http://www.feeye.uncu.edu.ar/web/posjornadasinve/area4/Practica%20y%20
el [20 de Enero de 2012]
[2] Escudero,
T. (1997). Enfoques modélicos y
estrategias en la evaluación de centros educativos. RELIEVE, vol.
3, n. 1. Consultado en http://www.uv.es/RELIEVE/v3n1/RELIEVEv3n1_1.htm el [18 de Enero de 2012]
[3]
Trinidad R., A. (2002) UN MARCO SOCIOLÓGICO PARA EL ANÁLISIS DEL
CONTEXTO ESCOLAR, Revista PRAXIS SOCIOLÓGICA, Nº 6. Consultado en www.praxissociologica.org/.../tablaIP/fileDownload.aspx
el [22 de Enero de 2012]
[4] Trinidad R., A. (2002) UN MARCO SOCIOLÓGICO PARA EL ANÁLISIS DEL CONTEXTO ESCOLAR, Revista
PRAXIS SOCIOLÓGICA, Nº 6. Consultado en www.praxissociologica.org/.../tablaIP/fileDownload.aspx el [25
de Enero de 2012]
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